25 diciembre 2007

La txapela



Es evidente. Una misma indumentaria funde al individuo en la masa; se esfuma, desaparece. Como en la época de la Revolución Cultural, millones de chinos usando el mismo traje. El traje Mao. Todos iguales, indiferenciados.

El articulista aboga por utilizar las prendas que identifiquen a las personas con un grupo concreto, diferenciándolas de los demás. En su caso, la txapela. Y estoy de acuerdo...en parte. El problema cobra existencia, en cuanto los que se identifican en algo -con algo- ven a los demás como enemigos, vean la frase "...Era la presencia de Euskal Herria en Madrid junto a la sensación profunda de un reencuentro, la txapela. Los otros, la llaman boina vasca o béret basque". Ese "los otros" lanzado como un virote contra los otros.

Sin olvidar otra cuestión; la seña de identidad particular, reproduce en un ámbito menor lo mismo que denuncia Fermín Gongeta. Los individuos se diluyen, en lugar de en un inmenso océano, en un mar no menos absorvente.

Me gusta más un individuo singularizado que un colectivo diferenciado.

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Lugar: Barcelona, Spain