22 marzo 2006

Las tapas


Estaba cenando con mi familia, en el Paseo de Gracia, con la mesa cubierta de suculentos platos de tapas y el local a reventar de agradecidos turistas, tanto, que fue tema de conversación, durante un rato, la cantidad de extranjeros que había degustando tan sabrosos manjares.

Pensé un momento: -¿A qué tanto interés foráneo por tan típico invento español?.

Viendo el rostro satisfecho de tantos y diversos personajes, las animadas conversaciones en distintas lenguas y el alegre tintineo de copas de vino y vasos de cerveza, lo ví claro.Las tapas estimulan el apetito y ...la concordia. Sí, no estoy loco; La concordia.

Esos platos de riquísimos sabores, logrados a lo largo de siglos de elaborada maestría ¡tan sencilla, tan compleja!, enlazan a la gente, la hermanan, la invitan a charlar y a disfrutar alrededor de la mesa; chipirones y chanquetes de Andalucía, piquillos de Navarra, montaditos del País Vasco, pulpo gallego, caracoles a la llauna, callos madrileños, papas arrugadas y un sinfin más de la variopinta gastronomía española, tienen efecto disuasorio de cualquier posible afán contendiente entre los comensales.

¿Quién ante tamaña muestra de fantasía comestible, no olvida sus cuitas y agravios cotidianos, la procedencia y el habla de su compañero de mesa y brinda con él con un buen vaso de vino en la mano?

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Lugar: Barcelona, Spain