Ni eso...
El Sábado pasado se casaron. Asistí a su boda, y como yo, parte de la familia del novio, que se trasladó desde Murcia para asistir a tan especial evento.
La sala de plenos del ayuntamiento estaba rebosante de invitados -somos mucha familia y los contrayentes tienen bastantes amigos- y de alegría. Entra la regidora[...]Termina la ceremonia. La mitad de la gente no se ha enterado de nada. La familia de él: los murcianos.
Una deferencia a los que venían de lejos hubiera sido, al menos, decir unas palabras de bienvenida, en castellano. Ni eso. Están construyendo una nación de maleducados.
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