29 noviembre 2006

El festín



-El objetivo: Que no se hable. No les demos más cancha, vale más no menearlo.
-La estrategia: ¡Qué pesadez!¡qué aburrido!.


Han cambiado los insultos por la soberbia y el menosprecio. ¿Nerviosismo?.

Pero no se engañen los protagonistas del festín y las prebendas, si a ellos les cansa que les recuerden sus privilegios, a los inadaptados, les espolea su estudiada indolencia.

Reparar esta injusticia merece la misma constancia, que tuvieron los negros y las mujeres, de principio del S. XX, para liberarse de sus opresores. Y lo consiguieron, o en camino están.

Por eso, beneficiarios, cárguense de paciencia; los desfavorecidos no han hecho más que, con machacona insistencia, comenzar a exigir sus derechos y participar del ágape: ¡comiendo, no sirviendo!.

¡Rectificar es de sabios!. No lo olviden.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Más de sabios es no tener que rectificar: a cada cual lo suyo. Es cosa de identidades.

Puedo recordar a quien quiera que yo también llevo orejeras y, hasta como ellos me jacto... Si seré....

Lugar: Barcelona, Spain