23 marzo 2006

Un poco preñada


Los nacionalismos de la primera mitad del S.XX, eran autoritarios y por ende antidemócratas, su máximo exponente el nazismo dió buenas muestras de ello; tampoco quedaron atrás el fascismo de Moussolini , Franco, Stalin, Arana y otros.

Pero eran del todo inconfundibles sus hechuras totalitarias y dictatoriales.

Resulta que los sucesores de esos nacionalismos, al menos en España, tienen una pátina o barniz de tolerancia y progresismo, que oculta la realidad cruda de su lenguaje separador y tribal y sirve de camuflaje a su objetivo principal, la formación de un pueblo homogéneo y monocolor, donde la no pertenencia al grupo o secta, basta para cerrar las puertas a cualquier beneficio que la sociedad moderna ofrece a sus ciudadanos.

Es cierto que partidos como el PNV, CiU, ERC, BNG, etc. Ofrecen programas electorales, democráticos y plurales, que reconocen la libertad y los derechos de las personas, eso es así en todos los aspectos políticos, excepto uno, el tema identitario, ahondando en ese concepto, todos pierden su halo demócrata y dejan ver su lado totalitario, negador de la realidad de sus sociedades.

El nacionalismo, en sí como idea, creo que es democrático, lo que pasa es que no conozco ningún partido nacionalista, que una vez conseguido el poder y dispuesto a aplicar su doctrina, no afloren sus tics impositores en sus acciones de gobierno, dando al traste con una idea que, a priori, es totalmente legítima.

No se pueden tener programas cuyo artículado sea mayoritariamente democrático, no se puede ser un poco demócrata, es como el embarazo de una mujer, no se puede estar un poco preñada, o se está preñada o no se está.

Por eso es tan importante que Ciutadans de Catalunya recoja en su ideario, de forma destacada, el no nacionalismo en su acción política.

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Lugar: Barcelona, Spain