15 enero 2009

Las tapas

(No vean ustedes, maliciosamente, en esta coicidencia espacial y temporal de mensajes, un prurito mío rallano en la glotonería).



Estaba cenando con mi familia en el Paseo de Gracia, la mesa cubierta de suculentos platos de tapas, el ánimo encendido y el local a reventar de agradecidos turistas, tanto, que fue tema de conversación durante un rato la cantidad de extranjeros que había degustando tan sabrosos manjares.

Pensé un momento -sólo un momento para no perder comba-: --¿A qué tanto interés foráneo por tan típico invento español?.

Viendo el rostro satisfecho de tantos y diversos personajes, las animadas conversaciones en distintas lenguas y el alegre tintineo de copas de vino y vasos de cerveza, lo ví claro. Las tapas estimulan el apetito y ...la concordia. Sí, no desvarío; La concordia.

Esos platos de riquísimos sabores, logrados a lo largo de siglos de elaborada maestría -¡tan sencilla, tan compleja!- enlazan a la gente, la hermanan, la invitan a charlar y a disfrutar alrededor de la mesa: chipirones y chanquetes de Andalucía, piquillos de Navarra, montaditos del País Vasco, pulpo gallego, cargols a la llauna, callos madrileños, papas arrugás y un sinfin más de la variopinta gastronomía española, tienen efecto disuasorio de cualquier posible afán contendiente entre los comensales, exceptuando, claro está, la pugna por el último bocado del plato.

¿Quién ante tamaña muestra de fantasía comestible, no olvida sus cuitas y agravios cotidianos, la procedencia y el habla de su compañero de mesa y brinda con él con un buen vaso de vino en la mano y una franca sonrisa en la boca?

...Doy por peño mi palabra.

9 comentarios:

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Todo eso,sin olvidar la guinda que supone para muchas de esas delicias el ir acompaadas de la valecianíma salsa "allioli" (que aquí nadi es nacionalista, pero...).

Por ciert, ¡a qué hora es el programa de Arguiñano?

A. Sánchez dijo...

Bueno, no discutiré yo el orígen del allioli, así que si dices que es tan valenciana como la mascletá o la albufera o la orchata de Alboraya, yo, punto en boca...

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Es tan indiscutible el origen del allioli, como lo es que en Alboraya no tenemos "orchata". (¡Pillao!).

A. Sánchez dijo...

Con 'h' vale oficialmente, lo que pasa es que me he ido al bando de García Márquez y demando, al igual que él, la supresión de la 'h'muda en la lengua española. Pillao, tú.

A. Sánchez dijo...

Para ser consecuente con mi rebeldía tendré que escribir: igo, ijo, onesto, oguera, oja, umo, etc...

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

A mí, pues, me gusta la hache, aunque a veces nos haga meter la pata.

A. Sánchez dijo...

En fin, qué decir, uhmmm, a mí también me gusta y retiro mi apoyo a la moción de García Márquez. ¡Fuera!

Escribiré, por tanto, higo, hijo, honesto, hoguera, hoja, humo, etc... como Dios manda. ¡Qué bonitos quedan con la 'h' y yo haciendo el nota...¡que horror!

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Pero no escribas con la h la palabra "ojo", que conviene estar ojo avizor en estos días que corren.

A. Sánchez dijo...

Intentaré, que estos dáis estoy muy espeso y no lo tengo nada claro.

Lugar: Barcelona, Spain