Agua por un tubo (agua va II)
Parece ser que el conseller nos quiere traer agua por un tubo, eso sí, desmontable, como si esa coletilla invalidara su función esencial, trasvasar, o captar, que para el caso es lo mismo, cuando conviene, el tubo se desmonta, exactamente igual que para un canal, cuando conviene se cierra el grifo. ¿Dónde está, pues, la diferencia? Todo parece indicar que en las marcas de orín.
Y Mira por dónde el efecto de políticas diferenciadoras, cerradas, ombliguistas y ensimismadas contagia y, la solidaridad, incluso entre convecinos quiebra, la respuesta de las comarcas del Segre y del Ter ante la iniciativa de Baltasar así lo evidencia. "Al enemigo ni agua", decía el entrenador argentino, y en eso estamos, el salto cualitativo es que también son enemigos, ahora, otros catalanes. Ni si quiera la excusa de que no hay agua que repartir puede dulcificar una actitud parecida.
Dicen los dirigentes de Esquerra que se oponen a cualquier trasvase y que las cuencas deben de ser independientes (¡su palabra mágica!) unas de otras; yo, en cambio, desearía una red tupida que interconectara todas ellas (si fuera técnica y económicamente viable), con un gobierno central fuerte, impermeable a la influencia localista, que haga prevalecer el interés general sobre el particular y, sobre todo, experto en el manejo y control de las válvulas...¡Sabrosa quimera!.
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