Se cierran y se abren...

Me asombra la capacidad de egoismo de la que somos capaces, en esta pobre y baqueteada piel de toro. No se trata de repartir lo que no hay, sino de aprovechar el sobrante de las avenidas de agua, cuando las haya. Esto no es baladí, hay avenidas, pongamos el caso del Ebro, que en tres días, pueden llenar todos los pantanos de la provincia de Murcia 3 veces. Los grifos sirven para algo, cuando no hay agua en las cuencas, se cierran, y cuando lo que se lanza al mar es 20 veces más de lo establecido, se abren. Sencillo y solidario.

Las soluciones propuestas tienen ventajas e inconvenientes, pero me escama que algunos que se oponen al trasvase del Ebro vean con buenos ojos el del Ródano. También me destrempa la actitud de Arenas sobre el envío de agua de la desalinizadora de Almería a Cataluña, toda una muestra de insolidaridad, de la que no sólo los nacionalistas son acreedores.

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Las puertas se abren y se cierran. Más que nada por las formas.