Nada que envidiar
¡Qué descanso!
Váyanse preparando ustedes: ¡Adios tranquilidad y sosiego!. La semilla de la discordia ya está plantada.
Este Estatuto no tiene nada que envidiar a los demás -palabra de Chaves-. El caso es que la ausencia de temas sentimentales en el debate político andaluz era envidiable, ahora ese debate es envidioso: ¡Gran ganancia!
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