El caganer
Soñé que había nacido en Euskadi y que vivía en un pueblo del País Vasco. Por primera vez me sentí como una persona, en lugar de un muñeco en manos de los nacionalistas españoles. Tenía la certeza de que todos los impuestos que pagaba servían para mejorar los servicios de mi comunidad, y no para pagar el café para todos que hace engordar a sanguijuelas desconocidas. Tenía la seguridad de que nadie tendría narices para boicotear a los productos vascos. Por eso escribo una carta a los Reyes Magos: para ver si pueden hacer realidad mi sueño.
Hay quien tiene, las ideas muy claras y a la vez muy cortas, que diría el profesor Gustavo Bueno. En esta época del año son apropiadas las cartas a los Magos, los villancicos y los pesebres, y este señor apunta maneras para ser... caganer, en un pesebre viviente.
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