06 diciembre 2006

De boquilla



Una:
Ha sido aupado a la más alta instancia de Cataluña por la cúpula del partido independentista, cierto es, pero -no se olvide- entre gritos ofensivos de muchos de sus partidarios.

Otra:
Que el partido que representa a 935.756 catalanes, con 48 diputados, que corresponden al 31,52% de las personas que fueron a votar, lance a la cara de Montilla la interjección: ¡españolista!, porque hace cumplir la ley a sus consejeros, es como mínimo, preocupante.

Estas consideraciones deberían provocar de inmediato una reflexión generalizada sobre la hipocresía que impera en una parte importante de la sociedad catalana. De boquilla; sí, pero en conciencia; no.

Ni la renuncia a sus orígenes andaluces, ni el propósito de enmendar su deficiente catalán, ni los esfuerzos realizados en la asimilación del carácter patrio, bastan para ser aceptado por los nacionalistas conservadores, que han demostardo, en ese sentido, un sectarismo incluso peor que los republicanos...Superlativa hipocresía .

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Lugar: Barcelona, Spain